De mares, ríos y barcos
No hay guías de sueños. Todas las respuestas están en tí. En el mundo onírico el lenguaje es el de los símbolos. Un lenguaje vivo, abundante, rico y altamente sofisticado. Probablemente el lenguaje más antiguo del mundo.
La vía para entender este lenguaje es abandonar el estrecho margen que nos concede el razonamiento intelectual por medio de la meditación.
Básicamente NO PENSAR, para que la INTUICIÓN se active.
Instrucciones básicas aquí.
La simbología de los sueños es simple y fácil de entender, porque no es rebuscada ni artificial. Está absolutamente ligada a nuestra vida interior y exterior.
Veamos, por ejemplo, mar, río, barco.
Hablamos de las aguas de la vida. La vida es un ancho mar, navegamos por el mar de la vida. Así que el mar representa la vida, nuestra vida.
Las aguas, en general, la energía vital. Que también es la energía sexual. Lo mismo da. Porque es lo mismo.
Así que el mar es la vida. Tú vida.
Un barco es tu vida social, tu entorno, tú y tus circunstancias, tal vez tu vida en pareja. Siempre me resultó curioso que en el ritual católico de la primera comunión a los niños se les vista de marineros (bueno, algunos de capitán) y a las niñas de novias. Es un rito relacionado con la entrada en la etapa social, en la vida de relaciones, cuando se supone que los nenes adquieren "uso de razón".
El río es casi lo mismo. La corriente de tu vida. El destino que estás siguiendo en este momento.
"Nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar, que es el morir". Tal vez Jorge Manrique estaba un tanto triste y lo veía desde ese punto de vista. La mar, el mar no es el morir, es la gran Vida en toda su amplitud. Navegamos por una pequeña parte de ella.
Pero recuerda siempre: "El viento y las olas siempre van a favor de quien sabe navegar".