Onironautas Blog
Blog oficial del Club de los Onironautas.
Todo sobre los sueños.
El blog de los que no les apetece
perderse la tercera parte de su vida.

Cogito ergo...

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observador
Continúo explayándome sobre el pensamiento y pensamientos. Cabe recordar siempre que lo que expongo es puramente mi experiencia. Y que la experiencia no es transferible. Sólo puede transmitirse como una idea y, por tanto, no es experiencia para quien la recibe. En suma, no se transmiten "verdades" sino tan sólo ideas. Finalmente las ideas pueden ser aplicadas, desarrolladas y experimentadas aunque el resultado de esa experiencia puede diferir entre uno u otro experimentador. De tal forma percibo como válido ese aforismo esotérico que venía a decir: "la Verdad es lo desconocido de instante en instante".

Lo que sigue es una extensión o aclaración del artículo anterior titulado "contaminación mental". Pretende contestar (en lo posible) la inteligente pregunta de "bellskirt" y un puñado de correos más que no me es posible contestar personalmente y de forma individual. De paso me desnudo aún más en relación a las investigaciones a las que me dedico.

¿A qué me refiero con lo de la influencia del pensamiento en el mundo físico?

Vale, ahí voy. Intentaré partir de lo conocido.

¿Un pensamiento tiene influencia sobre el cuerpo físico? De esto no me cabe duda. Cada pensamiento que tenemos deja su huella en cada célula de nuestro cuerpo. Una huella temporal o, por su recurrencia, definitiva.

¿Un pensamiento influye sobre nuestra actitud? Nuestra actitud hacia lo que nos rodea está totalmente marcada por los pensamientos que tenemos. A su vez, lo que nos rodea hace reaccionar nuestra mente y se generan nuevos pensamientos. En general, los pensamientos habituales, los que nos acompañan casi siempre, los que conforman el "fondo de armario" de nuestra personalidad, son de una calidad semejante (con altibajos).

En estos dos sentidos nuestra vida se va conformando de acuerdo con nuestros pensamientos habituales. Esto, con lo que está de acuerdo "bellskirt" puede determinar cómo nos vaya la vida. Imaginad un evento cualquiera vivida con un ambiente de pensamientos diferente:

1.- Con pensamientos expansivos y optimistas, que determinen un estado físico energético y una actitud positiva.

2.- Con pensamientos constrictores y pesimistas, que determinen un estado físico cansino y una actitud apagada.

Poned cualquier situación, sumad vivencias y tratad de imaginar resultados. Tenemos dos vidas totalmente distintas.

Ahora viene la parte más escurridiza. ¿Los pensamientos son algo más "tangible"?

Sólo considerando los puntos desarrollados ya tienen los pensamientos suficiente entidad como para suponerlos "tangibles". A partir de algo intangible llegamos fácilmente a compuestos químicos (neurotransmisores y otros neuropéptidos) con influencia química y real sobre el mundo celular. Sigue la cadena y verás que nuestro cuerpo físico se moldea en gran medida a base de pensamientos.

Luego está lo de la actitud, el estado de ánimo. El estado de ánimo no es nada en sí mismo. Es una consecuencia de los pensamientos visibles o invisibles. Pero un estado de ánimo u otro crean "vidas" diferentes.

Ir más allá y tratar de afirmar rotundamente lo que desarrollo como teoría en TIMEOUT, es demasiado aventurado. Es algo que intento investigar. El experimento Patagonia es una propuesta de modelo para "jugar" con el concepto. De ahí surgen otras excelentes ideas como el "experimento Salamanca". Ninguno de esos dos experimentos, aún en el caso de dar un resultado 100% positivo, demostraría nada. Simplemente añadiría un pequeño factor de evidencia. Pero sólo resultaría útil para los propios experimentadores. Estamos lejos de poder demostrar algo, a nivel general, en este sentido. Pero tampoco importa mucho ahora.

Hay descubrimientos más transcendentes y mejor reproducibles. La herramienta de investigación se llama Auto-Observación.

Los pensamientos son, generalmente, observables. Por tanto, hay en cada un@ de nosotr@s un Observador.

El Observador, como he dicho otras veces, es una parte que semeja más real en el sentido de que parece inmutable, no cambiante. El Observador es una parte tranquila y, obviamente, observante. De ahí que una deducción onironáutica fiable es que no somos los pensamientos. No somos los pensamientos en el mismo sentido que nos somos una mano ni un pie.

Así que la observación de los pensamientos puede modificar nuestra vida en varios sentidos:

1.- No estamos obligados a creer, aceptar o abrazar ninguno de nuestros pensamientos.

2.- Podemos elegir pensar en determinadas direcciones o podemos dejar que los pensamientos fluyan a su aire. Lo primero es útil cuando es necesario un ordenamiento lógico y un análisis inductivo o deductivo. Lo segundo es intranscendente, salvo que terminemos asumiendo que determinados pensamientos "somos" nosotros y, por tanto, seamos víctimas de su hechizo.

3.- No somos los pensamientos, pero podemos utilizarlos como herramientas o instrumentos. Simplemente por el mero hecho de que hay pensamientos que, por su contenido y tendencia, pueden resultar útiles como generadores de estados anímicos positivos y estimulantes. Podemos utilizarlos voluntariamente ya que, de todas formas, muchos otros pensamientos negativos toman el control de nuestra vida de forma habitual. Prestar atención a esto y usar el sencillo truco de echar migas de pan a pensamientos interesantes puede marcar la diferencia entre perder la vida entre un mar de tonterías o sacar provecho a las circunstancias.

Finalmente insistiré en qué NO SOMOS LOS PENSAMIENTOS. Cultivar esa parte de nosotros que está más allá del ruidoso mundo de los pensamientos es algo indispensable. Al menos para los que podeis aguantar una lectura como esta y sentir un ápice de motivación.

Descubrir y alimentar al "Observador" es afianzar una parcela de realidad en nosotros.

Una parcela de realidad relativa porque el Observador puede ver a nivel del suelo o desde una estrella mirar la Tierra. En ambos casos su concepto de la Realidad difiere bastante.

Los sueños no terminan cuando el cuerpo despierta. Vivimos en un sueño constante, en un continuum onírico. En sueños amamos y odiamos, acariciamos y matamos. En sueños vamos al trabajo todos los días o terminamos en la cárcel. En sueños somos heridos y herimos. Lo hacemos en el Mundo Onírico y lo hacemos en el Mundo Físico.

En sueños seguimos con pasión la liga de fútbol y en sueños también creemos que seguir senderos místicos.

Paradójicamente, ser onironáuta es buscar la manera de despertar.
 

10 comments so far.

  1. Anónimo 21 de septiembre de 2009, 14:38
    Es muy curioso que un pensamiento pueda generar una reacción química...Es como cuando te enamoras y pensar en esa persona te aumenta la presión sanguinea, ya ves qué tendrá que ver una cosa con la otra.
    Supongo que cuando hablas de pensamientos, te refieres a algo más primitivo que al pensamiento con palabras en sí? Osea, tendemos (o al menos yo tiendo) a imaginar los pensamientos como ese continuo de palabras del vocabulario español que ocupan nuestra cabeza durante todo el día.
    Pero los bebés piensan antes de aprender a hablar y entender el idioma, y sin embargo tienen ideas, ocurrencias y deseos que expresan exteriormente.
    Esto viene a santo de que ahora se ha puesto de moda lo de la autoafirmación. Pero yo no estoy muy segura de que funcione, es decir, si tu te repites a ti mismo "yo puedo hacer tal cosa" pero no lo sientes; esas palabras caeran en saco roto. Creo que más que pensar, hay que sentir.
    Porque pensar pensamos, y sobretodo con palabras, que la mayoría son tonterías y no nos afectan, solo nos afectan aquellas que sentimos.
    Sería interesante encontrar el lugar donde nacen los pensamientos, poder ver exactamente esa chispita qe ¿entra o la creas tu? y se convierte en parte de tu realidad.
  2. Sof 21 de septiembre de 2009, 15:19
    Tienes razón. La forma más evidente de lo que llamamos pensar son las palabras. Pero eso es la parte más superficial del pensamiento. Un pensamiento es imagen y antes algo más abstracto que va asociado a una sensación. Es más complejo. Enamorarse es un conjunto de pensamientos-sensaciones. Escojamos algo más simple y cotidiano: estás hablando en público y de repente te das cuenta de que tienes alguna cremallera inoportuna abierta... surge un pensamiento-sensación de ridículo: de tu cerebro parte una señal, se genera adrenalina, la circulación sanguinea cambia, el corazón altera su ritmo, hay vasos sanguineos que se dilatan y otros se contraen. Ese pensamiento ocupa un lugar en el cerebro e impide la comunicación neuronal fluida... etc. Todo cambia, físicamente. Imagina que una persona tiene habitualmente pensamientos (no sólo palabras) de "soy ridículo"... toda su fisiología cambia y ese cambio llega a hacerse crónico.

    En resumen, como acertadamente dices, un pensamiento es mucho más complejo. Las palabras son su expresión más superficial.
  3. 0nironauta 1 de octubre de 2009, 8:34
    Creo que la autoafirmación se está llevando a menudo demasiado lejos, pero que es una técnica muy interesante.

    Mi opinión es que el "pensamiento positivo" es realmente muy útil y contribuye a mejorar el entorno.

    Sin embargo creo que no debe usarse como "herramienta multiusos". Repetir palabras como un mantra no surtirá efecto porque sí.

    Concuerdo con que las palabras son el último peldaño de una escalada por la mente del pensamiento, desde que nace hasta que nos hacemos conscientes de él.

    Un saludo a los dos. Espero que no os moleste que participe en esta agradable tertulia. Mi nick, aunque pueda parecer prepotente en este entorno, no es más que la expresión de mi fascinación por el universo de la mente y del sueño.
  4. Anónimo 8 de octubre de 2009, 19:15
    'En suma, no se transmiten "verdades" sino tan sólo ideas.'

    Pienso que está equivocado. Está conciderando como verdad únicamente la experiencia... como si realmente hace ruido una rama que se quiebra en un bosque inhabitado por ningún hombre ¿hace ruido realmente?
  5. GODES 14 de octubre de 2009, 19:29
    "La verdad es lo desconocido de momento en momento" en definitiva la verdad es la experiencia, el detalle es que la verdad es particular y no general...es decir, la verdad en vos es tu experiencia, que a cualquier otro le sirve como concejo o dato curioso, pero no como verdad en si mismo.
  6. Nieves Gómez Feliu 25 de noviembre de 2009, 10:17
    "cogito ergo sum" ese es el nombre que elegí para un grupo que formamos en una clase de sicología evolutiva, los demás, licenciados todos, me miraron un poco asombrados, algunos no sabían ni lo que significaba, ni de dónde provenía, me alegra saber que no andaba desencaminada en mi elección.
  7. ezetser 28 de noviembre de 2009, 1:50
    La mayoría de las veces, los pensamientos tienen formas que van más allá del encasillamiento de las palabras y las imágenes, por eso los bebés de seguro también lo experimentan.
    Sí, sentir, creo en eso bellskirt. Eso es lo más verdadero de mi manera de experimentar la vida.
  8. Vagabunda 30 de noviembre de 2009, 10:16
    Ey sófocles, por lo que te he leído, me pareces bastante interesante y me gustaría conocerte y poder compartir pensamientos en una conversación contigo.

    Te voy a dar mi meil, aunque te pido que en cuanto lo anotes, me borres el comentario por que no fío mucho de dejar mis direcciones por internet...

    [silvy_a_narka69arrobahotmail.com]

    Espero que hablemos pronto.
    ;)
  9. Anónimo 18 de abril de 2010, 21:07
    bruja)
    que onda, todo esto me parece muy interesante y tiene logica, pero me gustaria conocer o platicar con algun onironauta para saber como encajar mas sobre este tema ya que me gustaria practicarlo ya e leido muchos sobre los sueños,pensamientos zodiaco numerologia y temas asi y creo que to encaja y tiene sentido es una forma de encontranos a nosotros mismos... con gusto aceptaria su contacto el mio es pisi_co@hotmail.com ")
  10. Rodolfo 25 de septiembre de 2011, 14:20
    Hola a todos, quisiera hacer una puntualización sobre las anotaciones de que la ultima fase de los pensamientos son las palabras... . Quizás la última fase de los pensamientos no son las palabras si no el mundo tal y cómo lo percibimos. Los pensamientos pueden moldear de tal forma el cerebro que las percepciones van guiadas por los caminos más transitados o fáciles, de tal forma que el mundo se percibe tal y cómo lo pensamos. Lo cual nos lleva a "pensar" que para cambiar el mundo no debemos actuar en el exterior sino en el interior.
    Pero todo esto es pura especulación..
    Saludos.

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