EL FIN DE LAS PESADILLAS
He puesto un título deliberadamente ambigüo. En realidad los dos significados sirven. Terminar con las pesadillas. O, lo que las pesadillas nos enseñan.
En los últimos meses estoy experimentando especialmente La Puerta. Un espacio muy amplio y muy interesante. Paso mucho "tiempo" explorando sus posibilidades.
Y es que cada vez más me resulta difícil diferenciar el mundo físico y el onírico.
No me refiero a que no sepa distinguir cuando mi cuerpo físico está en actividad y cuando no.
Quiero decir que la frontera entre ambos mundos es un pura convención. Como las fronteras entre países.
Posiblemente son partes del mismo mundo.
Pero nos hemos acostumbrado a esa dicotomía.
Cuando el cuerpo físico me reclama me entretengo en La Puerta.
Allí me gusta rememorar parte de lo que he vivido "fuera del cuerpo".
Y cambiar algunas cosas.
Por ejemplo: cuando era mozuelo a veces me pasaba que en ciertos lugares o situaciones oníricas no podía moverme apenas. O iba muy despacio. Como si todo fuera denso y pesado.
Cuando llegaba a La Puerta volvía a situarme en el contexto de la lentitud. E, intencionalmente, me movía deprisa, patinando o volando.
Me di cuenta que podía hacerlo porque estaba en La Puerta. Es, obviamente, un espacio diferente. Pero esa cualidad se afianzaba en algún lugar de mi.
En poco tiempo ya no se volvió a dar la circunstancia de encontrarme atrapado en la lentitud.
Desde entonces tengo esa costumbre. Y en este último año he profundizado en el tema.
Si vivo alguna situación "compleja" en mi deambular onírico cuando llego a La Puerta "desfago el agravio y enderezo el entuerto".
Posiblemente much@s entendereis a lo que me refiero.
Ahora bien, he visto que esto va mucho más allá.
La vida física también cambia.
Por eso creo cada vez más que no hay fronteras.
Continuaré informando, si es posible.
Abrazos incondicionales.
NOTAS: la imagen que adorna este artículo está tomada de El Bestiario del Hypogripho Dorado.
Saludos, y buen post, a mi también me pasa a veces que no veo diferencia entre la realidad o el sueño.
Fin.