Por si no estaba del todo claro el objetivo de un/una Onironauta es SER.
En otras palabras, llegar al verdadero autoconocimiento de nuestro propio Ser.
Lo que realmente somos.
La esencia inmutable más allá del cuerpo y de la mente.
Eso que ES verdaderamente en cada uno de nosotros.
Puede que os suene a algo medio teórico. Y es verdad. Lo que estamos haciendo ahora es emitiendo opiniones intelectuales acerca del SER.
Porque para llegar al conocimiento de lo que somos verdaderamente primero, y ante todo, debemos saber lo que NO somos.
Esa es la materia que investiga el
Onironauta filosófico u Onironauta 2.
Es posible que uno de los grandes errores que cometemos en pensar en nuestro cuerpo físico como "yo".
La primera experiencia consciente de un Onironauta en un sueño lúcido genera la duda razonable respecto a esa creencia.
Aunque durante un sueño lúcido seguimos manteniendo al impresión de otro cuerpo. No es el físico, pero es una sensación o apariencia de cuerpo.
He dicho alguna vez que una de las prácticas más importantes para el Onironauta es la Meditación.
Entendiendo Meditación como el arte y la ciencia de "no pensar" volcando toda nuestra atención en el SER.
Hay quien puede tardar más o menos en comprender la grandeza y la sencillez de esta práctica, no exenta (eso sí) de obstáculos.
Pero es el único medio de llegar a la experiencia del SER. Lo que verdaderamente somos tras todas las apariencias creadas por la mente o la Matrix que constantemente crea nuestras experiencias cotidianas.
¿Es el cuerpo físico también una creación de nuestra Mente?
No hay respuesta, ni debe haberla sin una experiencia personal. Planteémoslo como una duda razonable.
Los obstáculos en la Meditación son proporcionados por nuestra propia mente que ansía pensar. Constantemente quiere pensar.
Pensar lleva implícito desear. Y el deseo nos hace oscilar constantemente entre estados de ansiedad-satisfacción.
Una vez satisfecho cualquier deseo sobreviene cierta calma temporal que es una reminiscencia de la Felicidad inmutable e inherente de nuestro SER.
La Meditación nos lleva a comprender que existe una fuente de felicidad no temporal (inmutable, profunda, expansiva y eterna) en eso que SOMOS. En eso que es nuestro propio SER.
Llegar a vislumbrar esta Realidad Esencial tras el cuerpo y la mente supone una transformación transcendental. El germen de un "centro de gravedad permanente" que nos sirve de impulso y guía hacia el descubrimiento y establecimiento del SER en nosotros.
El SER es conciencia, lucidez y felicidad sin límites.
Sin embargo, en este camino de autodescubrimiento suele surgir el "FingeSer".
Cuando la mente cree que sabe, cree que ha adquirido importantes conocimientos (intelectuales, eso sí) se siente orgullosa de su posición y elabora una miserable caricatura del SER.
Si, entonces, nos identificamos con la mente llegamos a creernos Onironautas, Maestros, Iniciados en no sé qué o discípulos de no sé cuanto... importantes en suma.
Nos comportamos de acuerdo con ese papel.
Y estamos perdidos.
Víctimas de los enredos de una mente especialista en crear todo aquello que desea.
Y, definitivamente, perdemos el rumbo y el Ser.
Perdemos la posibilidad de ser nosotros mísmos.
Pasamos a ser algo falso.
Tengámoslo claro:
Lo único realmente importante en la Vida es SER.
Y nuestra vida tiene sentido sólo en la medida en que lleguemos a descubrir el Ser y establecernos en el Ser.
Todo lo demás probablemente es ficción.